Cada vez que alguien del reino le decía: ¿Eres igual a tu madre?.
La princesa se veía en la necesidad de contener su cólera, ya sabes las princesas no tienen permitido demostrar su furia.
Un buen día como tiene que ser en todo cuento de hadas, la princesa conoció a su príncipe encantado, un joven muy codiciado entre la nobleza. Como es lo normal la princesa se enamoró a primera vista y lo mejor de todo es que fue correspondida.
La princesa estaba muy feliz…por fin se casaría y se iría a su propio reino y ya no tendría que soportar a la reina.
Como a todas las princesas, le realizaron una ostentosa boda donde asistió toda la nobleza, era la mejor boda que se había realizado en todos los reinos cercanos.
Al terminar la boda emprendió el viaje rumbo a su nuevo castillo junto a su amado.
Una vez allí a la princesa tenía que ser engalanada y vestida por una doncella que era conocida por ser muy transparente y auténtica. Mientras la doncella peinaba los hermosos rizos de la princesa.
De pronto al girar su larga cabellera y observase en el ostentoso espejo, allí estaba de nuevo la Reina madre…muy a pesar de la princesa. Y la princesa rompió a llorar y se dijo para si misma:
¿Jamás podré escapar de ti?.
“Soy igual a ti”
Nota:
“Mientras más rechacemos a nuestra madre…más seremos como ella. Todo aquello que rechazas es porque no quieres aceptarlo en ti.”
Frase Sanadora
“Mamá me siento orgullosa de ser igual a ti…eres la mejor y perfecta para mi.”